«A un hombre de gran nariz» de Francisco de Quevedo

Publicado el 19 mayo 2025

Tiempo de lectura: 4 minutos

A un hombre de gran nariz, poema

(También conocido como «Érase un hombre a una nariz pegado»)

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.

Contexto histórico

Este famoso soneto satírico fue escrito por Francisco de Quevedo (1580-1645), uno de los más destacados poetas españoles del Siglo de Oro. El poema está dirigido contra su rival literario Luis de Góngora, con quien mantuvo una conocida enemistad. Quevedo utilizó la sátira para burlarse de la prominente nariz de Góngora y hacer alusiones veladas a su supuesto origen judío (con referencias como «sayón», «escriba» y «las doce tribus»).

Esta composición representa perfectamente el ingenio mordaz y el dominio del lenguaje característicos de Quevedo, quien destacó por su capacidad para la sátira y la burla, a menudo despiadadas.

Análisis literario

1. Estructura

El poema es un soneto clásico, compuesto por 14 versos endecasílabos (de 11 sílabas) organizados en:

  • Dos cuartetos (estrofas de 4 versos)
  • Dos tercetos (estrofas de 3 versos)

Sigue el esquema de rima ABBA ABBA CDC DCD, típico del soneto español.

2. Recursos literarios

El poema está cargado de recursos estilísticos que potencian su efecto humorístico y satírico:

  • Hipérbole (exageración): Todo el soneto es una gran exageración sobre el tamaño descomunal de la nariz, llegando al extremo de invertir la relación entre el hombre y su nariz («érase un hombre a una nariz pegado»).
  • Metáforas encadenadas: Quevedo compara la nariz con:
    • Un pez espada barbudo
    • Un reloj de sol de mal aspecto
    • Una alquitara (alambique de destilación)
    • Un elefante boca arriba
    • Un espolón de galera (barco)
    • Una pirámide egipcia
  • Anáfora: La repetición de «érase» al inicio de múltiples versos crea un ritmo acumulativo que refuerza la idea central.
  • Neologismo: «Naricísimo» es una palabra inventada que enfatiza aún más la desmesura de la nariz.
  • Alusiones culturales: Referencias a Ovidio Nasón (poeta latino cuyo apellido se relaciona con «nariz» en italiano) y a Anás (sumo sacerdote mencionado en la Biblia).

3. Intención y tono

El poema tiene un claro propósito burlesco y satírico. Quevedo utiliza su ingenio para ridiculizar a su rival, centrándose en un rasgo físico fácilmente reconocible. El tono es humorístico, mordaz e hiperbólico, características propias del estilo quevediano.

4. Aspectos lingüísticos

  • Juegos de palabras: Como «narizado» (derivado de nariz) o «naricísimo» (superlativo inventado).
  • Léxico variado: Emplea términos de diversos campos semánticos (navegación, arquitectura, religión).
  • Sintaxis reiterativa: La estructura paralela refuerza el efecto cómico y la intensidad descriptiva.

Relevancia y trascendencia

Este soneto es uno de los más célebres y recordados de la literatura española. Su popularidad se debe a varios factores:

  1. Accesibilidad del humor: A pesar de la distancia temporal, las exageraciones sobre rasgos físicos mantienen su capacidad de provocar risa.
  2. Virtuosismo técnico: Demuestra la maestría de Quevedo en el manejo del lenguaje y la construcción poética.
  3. Valor didáctico: Es frecuentemente utilizado en la enseñanza para ilustrar el concepto de hipérbole y otros recursos literarios del Barroco español.
  4. Reflejo de una época: Evidencia las enemistades literarias y las tensiones sociales del Siglo de Oro, incluyendo las cuestiones religiosas y raciales de la España de entonces.

Reflexión contemporánea

Desde una perspectiva actual, este poema nos invita a reflexionar sobre:

  • El uso de características físicas como objeto de burla y su relación con el acoso o bullying en la sociedad contemporánea.
  • El antisemitismo implícito en algunas de las referencias, propio del contexto histórico pero inaceptable desde valores actuales.
  • La delgada línea entre el ingenio literario y la ofensa personal.

A pesar de estos aspectos problemáticos desde una lectura contemporánea, el soneto sigue siendo valorado por su brillantez técnica y como testimonio del ingenio verbal y la agudeza conceptual de Quevedo, uno de los más grandes maestros de la literatura española

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