«Cumbres borrascosas» (Wuthering Heights), única novela escrita por Emily Brontë y publicada en 1847 bajo el seudónimo de Ellis Bell, representa una de las obras más extraordinarias y perturbadoras de la literatura inglesa del siglo XIX. A través de una estructura narrativa compleja y una prosa de intensidad poética, Brontë nos transporta a los páramos salvajes de Yorkshire para narrar una historia de amor obsesivo, venganza y redención que desafió todas las convenciones literarias y morales de la época victoriana.
Escrita durante un período en que imperaba la novela de costumbres con sus lecciones morales claramente delineadas, esta obra emerge como una exploración descarnada de las pasiones humanas en su estado más elemental y violento. El libro refleja el genio singular de Emily Brontë, quien, pese a su vida breve y aislada en la parroquia de Haworth, logró crear un universo literario de extraordinaria fuerza psicológica y simbólica.
Esta historia trasciende su contexto histórico al abordar temas eternos como la naturaleza destructiva y creadora del amor, los efectos corrosivos del resentimiento y la venganza, la tensión entre naturaleza y civilización, y las complejas dinámicas de clase y género en una sociedad estratificada. Con su ambigüedad moral y su rechazo a ofrecer resoluciones simplistas, la novela explora las profundidades más oscuras de la psique humana sin juzgar a sus personajes por sus transgresiones. Más de 175 años después de su publicación, «Cumbres borrascosas» continúa fascinando a lectores y críticos por su intensidad emocional, su complejidad estructural y su visión inquietante de las fuerzas primordiales que gobiernan las relaciones humanas, consolidándose como una obra fundamental que anticipa elementos del modernismo literario y que ha influido profundamente en la evolución de la novela como forma artística.
Resumen
La historia comienza en 1801, cuando el señor Lockwood, un caballero de Londres, alquila Thrushcross Grange, una propiedad en los páramos de Yorkshire. Durante su visita a su arrendador, Heathcliff, dueño de la cercana mansión de Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights), Lockwood queda intrigado por el ambiente hostil y los extraños habitantes de la casa. Obligado a pasar la noche allí debido a una tormenta de nieve, experimenta una pesadilla en la que el fantasma de Catherine Earnshaw intenta entrar por la ventana. Este inquietante episodio despierta su curiosidad sobre la historia de Heathcliff y los habitantes de Cumbres Borrascosas.
De regreso en Thrushcross Grange, Lockwood le pide a su ama de llaves, Nelly Dean, que le cuente la historia de Heathcliff y Cumbres Borrascosas. Nelly, que ha sido testigo de los acontecimientos durante décadas, accede a narrarle la compleja y trágica historia.
Todo comenzó unos treinta años antes, cuando el señor Earnshaw, entonces propietario de Cumbres Borrascosas, regresó de un viaje a Liverpool trayendo consigo a un niño huérfano y abandonado al que llamó Heathcliff. Aunque inicialmente rechazado por los hijos de Earnshaw, Hindley y Catherine, esta última pronto desarrolla un vínculo profundo e intenso con Heathcliff. Ambos niños pasan sus días corriendo libremente por los páramos, forjando una conexión que trasciende la mera amistad o el amor infantil.
El señor Earnshaw muestra una inexplicable preferencia por Heathcliff sobre su propio hijo, lo que genera un odio intenso de Hindley hacia el huérfano. Cuando el señor Earnshaw muere, Hindley, convertido en el nuevo amo de Cumbres Borrascosas, degrada a Heathcliff a la condición de sirviente, prohibiéndole recibir educación y obligándolo a trabajar en los establos. A pesar de esta humillación, Catherine y Heathcliff mantienen su relación, cada vez más intensa y simbiótica.
Un punto de inflexión ocurre cuando Catherine y Heathcliff espían a los Linton, una refinada familia que vive en Thrushcross Grange. Descubiertos, Catherine es mordida por un perro y debe quedarse recuperándose en la Granja durante cinco semanas, mientras Heathcliff es expulsado. Cuando regresa, Catherine se ha transformado: ha adoptado los modales y apariencia de una dama. Aunque mantiene su amor por Heathcliff, comienza a sentirse atraída por Edgar Linton y el mundo civilizado que representa.
El momento crucial llega cuando Catherine, creyendo que Heathcliff no puede oírla, le confiesa a Nelly que ha aceptado casarse con Edgar Linton, a pesar de que ama a Heathcliff con una pasión que considera imposible de expresar. Afirma que sería degradante casarse con Heathcliff dado su bajo estatus social, pero que siente que son la misma persona. Heathcliff, escuchando solo la primera parte de la conversación, huye desesperado y desaparece durante tres años.
Durante este tiempo, Catherine se casa con Edgar y vive en Thrushcross Grange, disfrutando de una existencia cómoda pero emocionalmente insatisfactoria. Hindley, tras la muerte de su esposa Frances poco después de dar a luz a su hijo Hareton, se ha hundido en el alcoholismo y el juego.
La situación cambia dramáticamente cuando Heathcliff regresa, transformado en un hombre rico y sofisticado pero consumido por el deseo de venganza. Se instala en Cumbres Borrascosas tras prestar dinero al endeudado Hindley, y comienza su plan metódico de venganza: seduce a Isabella, la hermana de Edgar, y se casa con ella para humillar a los Linton; gana control sobre las propiedades de Hindley a través de sus deudas de juego; y provoca un deterioro en la salud mental y física de Catherine con su presencia perturbadora.
Catherine, embarazada de Edgar y mentalmente inestable, tiene un último encuentro catártico con Heathcliff en el que ambos se reprochan haberse destruido mutuamente mientras reafirman su amor indestructible. Poco después, Catherine da a luz a una niña (también llamada Catherine o Cathy) y muere. Heathcliff, destrozado, suplica al espíritu de Catherine que lo atormente el resto de su vida, negándose a dejarla descansar.
La muerte de Catherine intensifica la crueldad de Heathcliff. Maltrata a su esposa Isabella hasta que esta huye embarazada a Londres, donde da a luz a un hijo enfermizo, Linton Heathcliff. Tras la muerte de Hindley, Heathcliff toma posesión de Cumbres Borrascosas y se convierte en el guardián legal de Hareton, a quien cría deliberadamente sin educación ni refinamiento, tal como Hindley había hecho con él.
La narración avanza aproximadamente trece años. La joven Cathy Linton ha crecido protegida en Thrushcross Grange, ignorante de la existencia de Cumbres Borrascosas y sus habitantes. Tras la muerte de Isabella, Heathcliff obliga a Linton a vivir en Cumbres Borrascosas. Posteriormente, manipula los encuentros entre Cathy y Linton para que desarrollen un afecto romántico, parte de su plan para obtener control sobre Thrushcross Grange.
Cuando Edgar enferma gravemente, Heathcliff secuestra a Cathy y la obliga a casarse con el moribundo Linton. Tras la muerte de Edgar y poco después la de Linton, Heathcliff se convierte en dueño de ambas propiedades. Cathy queda atrapada en Cumbres Borrascosas, donde es tratada cruelmente por Heathcliff y desarrolla una animosidad inicial hacia el inculto Hareton.
Es en este punto donde Lockwood conoce a los habitantes de Cumbres Borrascosas al inicio de la novela. Tras recuperarse de una enfermedad, decide abandonar Yorkshire, pero antes visita nuevamente Cumbres Borrascosas, donde descubre que la situación ha cambiado significativamente.
Nelly le cuenta que, sorprendentemente, Cathy y Hareton han desarrollado primero una amistad y luego un amor genuino. Ella ha comenzado a enseñarle a leer y ha despertado en él un deseo de superación. Mientras tanto, Heathcliff ha comenzado a comportarse de manera extraña, perdiendo interés en su venganza y afirmando ver el fantasma de Catherine por todas partes.
Finalmente, Heathcliff deja de comer y muere, siendo encontrado con una extraña expresión de éxtasis en su rostro, como si finalmente hubiera encontrado la paz que buscaba. Es enterrado junto a Catherine, como había ordenado.
La novela concluye con Lockwood observando las tumbas de Catherine, Edgar y Heathcliff, reflexionando sobre cómo finalmente descansan en paz, mientras Hareton y la joven Cathy planean casarse y vivir en Thrushcross Grange, sugiriendo un futuro más luminoso tras generaciones de odio y venganza.
Análisis de Cumbres borrascosas
«Cumbres borrascosas» trasciende las convenciones de la novela romántica o gótica para crear una obra de extraordinaria complejidad psicológica y ambigüedad moral. La estructura narrativa, con sus múltiples narradores y líneas temporales entrelazadas, anticipa técnicas modernistas y permite a Brontë explorar la subjetividad de la experiencia humana.
La novela examina la naturaleza destructiva de un amor que rechaza los límites sociales y morales. La relación entre Catherine y Heathcliff no es simplemente romántica sino ontológica: «Yo soy Heathcliff», declara Catherine, sugiriendo una fusión de identidades que trasciende las categorías convencionales. Este amor, que desafía las normas sociales y continúa más allá de la muerte, representa tanto una fuerza liberadora como destructiva.
Brontë construye deliberadamente un universo moral ambiguo donde los conceptos victorianos de virtud y vicio resultan inadecuados. Heathcliff es simultáneamente víctima y victimario, una figura byroniana que genera tanto repulsión como fascinación. Su crueldad es inexcusable pero comprensible como producto de un sistema social que lo ha deshumanizado. La novela sugiere que la moralidad convencional es insuficiente para juzgar pasiones y sufrimientos que escapan a las categorías sociales establecidas.
La obra también explora la tensión entre naturaleza y civilización. Los páramos salvajes representan las fuerzas primordiales e indomables del espíritu humano, mientras que los espacios domesticados simbolizan el orden social restrictivo. Catherine intenta habitar ambos mundos y su fracaso conduce a su destrucción. Solo en la siguiente generación, con Hareton y la joven Cathy, se vislumbra la posibilidad de reconciliar estas fuerzas opuestas.
Personajes principales de Cumbres borrascosas
Heathcliff
Figura central de la novela, personaje enigmático de orígenes desconocidos. Rescatado como niño huérfano de las calles de Liverpool, evoluciona de víctima a victimario tras sufrir humillaciones y la pérdida de Catherine. Su carácter combina rasgos del héroe byroniano (pasional, rebelde, marginado) con elementos del villano gótico. Su venganza metódica contra quienes lo maltrataron revela tanto su brillantez estratégica como su incapacidad para superar el trauma. Representa una fuerza elemental más cercana a la naturaleza que a la civilización, rebelándose contra un sistema social que lo ha rechazado. Su amor por Catherine trasciende la muerte, sugiriendo una concepción del amor que desafía las limitaciones físicas y sociales.
Catherine Earnshaw/Linton
Protagonista femenina, criada en libertad en los páramos junto a Heathcliff. Mujer de extraordinaria vitalidad e independencia espiritual que se encuentra dividida entre su conexión elemental con Heathcliff y la atracción por el mundo refinado que representa Edgar. Su decisión de casarse con Edgar mientras proclama su identidad esencial con Heathcliff refleja el conflicto irresoluble entre sus deseos auténticos y las expectativas sociales. Esta división interna la conduce finalmente a la locura y la muerte. Incluso después de muerta, su espíritu persiste como una fuerza activa en la novela, representando la imposibilidad de contener ciertas pasiones dentro de los límites sociales convencionales.
Edgar Linton
Propietario de Thrushcross Grange, representa los valores aristocráticos de refinamiento, educación y contención emocional. Su amor por Catherine, aunque genuino, está limitado por su incapacidad para comprenderla completamente. Intenta crear un espacio civilizado aislado de las pasiones destructivas que Heathcliff encarna, pero fracasa en proteger tanto a Catherine como posteriormente a su hija. Su debilidad frente a la fuerza elemental de Heathcliff simboliza las limitaciones del orden social convencional frente a las pasiones humanas más profundas.
Nelly Dean
Ama de llaves y principal narradora, ha servido a las familias Earnshaw y Linton durante décadas. Su perspectiva práctica y moralmente convencional ofrece un contrapunto a las pasiones extremas de los protagonistas. Como narradora, es simultáneamente confiable (por su conocimiento directo de los hechos) y no confiable (por sus prejuicios y participación en los acontecimientos). Representa la conciencia moral victoriana pero también su hipocresía ocasional, actuando a veces como cómplice involuntaria de las tragedias que narra.
Catherine Linton/Heathcliff/Earnshaw (Cathy)
Hija de Catherine y Edgar, nace el día que muere su madre. Inicialmente protegida y aislada en Thrushcross Grange, combina la vitalidad de su madre con mayor capacidad de adaptación social. Tras ser manipulada por Heathcliff para casarse con Linton, muestra una resistencia que finalmente se transforma en capacidad de amor redentor hacia Hareton. Representa la posibilidad de reconciliación entre naturaleza y cultura, pasión y razón, que la generación anterior no pudo alcanzar.
Hareton Earnshaw
Hijo de Hindley, criado deliberadamente sin educación por Heathcliff como parte de su venganza. A pesar de su brutalidad superficial, mantiene una nobleza innata y capacidad de amor genuino. Su evolución bajo la influencia de la joven Cathy, aprendiendo a leer y cultivarse, simboliza la posibilidad de trascender las determinaciones sociales y los ciclos de venganza. Su unión final con Cathy sugiere la posibilidad de un amor que integre pasión y respeto mutuo.
Personajes secundarios de Cumbres borrascosas
Hindley Earnshaw
Hermano mayor de Catherine, quien tras la muerte de su padre somete a Heathcliff a humillaciones y degradación, convirtiéndolo en un sirviente inculto. Su odio hacia Heathcliff nace de los celos por el favoritismo que mostraba su padre hacia el huérfano. Tras la muerte de su esposa Frances, se hunde en el alcoholismo y el juego, perdiendo gradualmente Cumbres Borrascosas a manos de Heathcliff. Su destrucción representa cómo el odio y el resentimiento terminan destruyendo a quien los alberga. Su tratamiento a Heathcliff establece el patrón de abuso que luego Heathcliff replicará con su hijo Hareton.
Isabella Linton
Hermana de Edgar, se enamora ilusamente de Heathcliff, ignorando las advertencias sobre su naturaleza. Tras casarse con él, descubre su crueldad y finalmente huye embarazada a Londres. Su historia funciona como contrapunto a la de Catherine, mostrando las consecuencias de un romanticismo ingenuo que confunde la intensidad con el amor verdadero. Su carta a Nelly, describiendo su vida en Cumbres Borrascosas, ofrece una perspectiva crucial sobre la crueldad sistemática de Heathcliff.
Linton Heathcliff
Hijo de Heathcliff e Isabella, un joven enfermizo, débil y egoísta. Manipulado por su padre, se convierte en instrumento para la venganza contra los Linton mediante su matrimonio forzado con la joven Cathy. Representa la degeneración producida por la unión de lo peor de ambas familias: la crueldad de Heathcliff y la debilidad de los Linton. Su breve y miserable existencia simboliza cómo los pecados de los padres recaen sobre los hijos.
Sr. Lockwood
Arrendatario de Thrushcross Grange y narrador inicial de la historia. Hombre de ciudad, refinado pero algo superficial, cuya incomprensión inicial de la situación en Cumbres Borrascosas refleja la incapacidad de la sociedad convencional para comprender pasiones que escapan a sus categorías. Su función narrativa es crucial: su curiosidad desencadena la narración de Nelly y su perspectiva externa enmarca la historia, ofreciendo una distancia que permite al lector procesar los eventos extremos.
Sr. Earnshaw
Patriarca inicial de la familia Earnshaw y padre de Hindley y Catherine. Su inexplicable afecto por Heathcliff, a quien trae a Cumbres Borrascosas tras encontrarlo abandonado en Liverpool, desencadena los celos de Hindley y establece el conflicto central de la novela. Su preferencia por Heathcliff sobre su propio hijo sugiere la posibilidad (nunca confirmada) de que Heathcliff pudiera ser su hijo ilegítimo.
Frances Earnshaw
Esposa de Hindley, mujer de origen humilde y carácter frívolo que muere poco después de dar a luz a Hareton. Su breve presencia en la novela sugiere la fragilidad de la felicidad doméstica convencional en el mundo violento de los páramos. Su muerte precipita la degradación de Hindley hacia el alcoholismo y la autodestrucción.
Joseph
Anciano sirviente de Cumbres Borrascosas, fanático religioso que habla en un casi incomprensible dialecto de Yorkshire. Testigo impasible de las tragedias que ocurren en la casa a lo largo de generaciones. Representa un cristianismo rígido y juzgador, constantemente prediciendo condenación para los pecadores pero nunca ofreciendo ayuda práctica o compasión. Su permanencia inalterable a través de las décadas simboliza la persistencia de ciertas tradiciones sociales a pesar de los cambios en las circunstancias.
Dr. Kenneth
Médico local que atiende a varias generaciones de habitantes tanto de Cumbres Borrascosas como de Thrushcross Grange. Personaje menor pero recurrente que ofrece una perspectiva médica sobre los eventos, particularmente sobre la enfermedad mental de Catherine. Representa el conocimiento científico limitado de la época frente a condiciones que tienen tanto componentes físicos como psicológicos.
Zillah
Ama de llaves de Cumbres Borrascosas en la segunda parte de la novela. Su desconocimiento de la historia previa de la casa simboliza la ruptura en la transmisión de memoria entre generaciones. Como testigo, proporciona a Nelly (y por ende a Lockwood) información sobre los acontecimientos recientes en Cumbres Borrascosas.
Elementos simbólicos importantes
Los páramos de Yorkshire
Paisaje salvaje y desolado que constituye mucho más que un escenario: es un personaje en sí mismo y una manifestación externa del mundo interior de los protagonistas. Representa las fuerzas naturales indomables, la libertad y la pasión sin restricciones. Su belleza áspera contrasta con los espacios domesticados, simbolizando una autenticidad primitiva opuesta a las convenciones sociales.
Las dos casas: Cumbres Borrascosas y Thrushcross Grange
Espacios contrapuestos que simbolizan dos formas de existencia: Cumbres Borrascosas, situada en la cima expuesta a los elementos, representa las pasiones desatadas y el caos emocional; Thrushcross Grange, en el valle protegido, encarna el orden social, el refinamiento y la restricción civilizada. El contraste entre ambas propiedades estructura simbólicamente toda la novela.
Ventanas y umbrales
Aparecen constantemente como espacios liminales entre mundos diferentes. La ventana por la que el fantasma de Catherine intenta entrar, las ventanas a través de las que Catherine y Heathcliff observan la vida de los Linton, los umbrales que separan las habitaciones: todos representan barreras físicas y simbólicas entre estados existenciales diferentes (vida/muerte, naturaleza/civilización, inclusión/exclusión).
El libro con anotaciones de Catherine
El ejemplar de «Crammer’s Common Prayer» donde la joven Catherine ha escrito su diario representa la superposición de la voz individual sobre los textos autoritativos de la sociedad. Sus variaciones sobre su nombre (Catherine Earnshaw, Catherine Heathcliff, Catherine Linton) prefiguran su crisis de identidad y su intento de reconciliar sus múltiples facetas.
El fantasma de Catherine
Presente desde el inicio de la novela (en la pesadilla de Lockwood) hasta su conclusión (en las visiones de Heathcliff antes de morir), representa la imposibilidad de contener ciertas pasiones dentro de los límites convencionales de la vida y la muerte. Su presencia persistente sugiere que algunos vínculos trascienden las limitaciones físicas y temporales.
Frases célebres de Cumbres borrascosas
- «Yo soy Heathcliff. Él siempre, siempre está en mi pensamiento; no como un placer, pues tampoco yo soy siempre un placer para mí misma, sino como mi propio ser.»
- «No puedo vivir sin mi vida. No puedo vivir sin mi alma.»
- «Si todo pereciera y él se salvara, yo podría seguir existiendo; pero si todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el universo se convertiría en algo totalmente extraño para mí.»
- «Sean cuales sean nuestras almas, la suya y la mía son iguales.»
- «Si él me amara, ciertamente no nos haríamos mutuamente tan infelices.»
- «El es más yo que yo misma. De cualquier material que estén hechas nuestras almas, la suya y la mía son iguales.»
- «¡Qué vacío queda el mundo cuando uno sólo ve montañas y colinas y no ve la fuerza que las ha levantado!»
- «El infierno no es sino el tormento de estar incapacitado para amar.»
- «Mis grandes sufrimientos en este mundo han sido los sufrimientos de Heathcliff, los he visto y sentido cada uno desde el principio. El gran pensamiento de mi vida es él. Si todo lo demás pereciera y él permaneciera, yo continuaría existiendo; pero si todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el universo se convertiría en un poderoso extraño.»
- «Él está siempre, siempre en mi mente: no como un placer, como tampoco lo soy yo siempre para mí misma, sino como mi propio ser.»
- «Cualquier cosa que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son la misma.»
- «Si todo lo demás pereciera y él se salvase, yo podría seguir existiendo; y si todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el universo entero se convertiría en un desconocido totalmente extraño para mí.»